lunes, 11 de abril de 2011

Relato concurso Luces y Sombras

Bueno, siento deciros que esta semana no hay capítulo (No me peguéis >.<)
Pero a cambio y como disculpa os voy a dejar este relato que hice para el concurso de Lighling (Tania) para su blog Luces y sombras.
Espero que os guste y recordad que estoy haciendo todo lo que puedo para adelantar capítulos escritos antes de volver a empezar a publicar y de nuevo, disculpadme :(

 

AVISO: (no os penséis cosas raras ¬.¬) es un poco bastante largo :P


***

PRESA EN SUS MANOS

-No, me es imposible-dijo ella terriblemente afligida.

-Pero debes hacerlo Íriel, el alba se acerca, no debes dejarlo sufrir más- le espetó él con voz ruda, intentando hacerla entrar en razón.

-No, no, no puedo matar a mi propio hermano, ¿Es que no lo ves? Debería ser capaz de curarle, pero tal maldición me es imposible de quitar- le contó ella, realmente triste.

El hombre, se acerca lenta, muy lentamente a ella, hasta que está a pocos centímetros de su femenino cuerpo, ese que lleva atrayéndolo desde años atrás.
-Íriel, amiga mía, ¿No crees mejor que él deje de sufrir?-le dijo él sintiendo el pesar de ella.

-Sí, lo sé, no tienes que decírmelo dos veces. Pero no puedo, él ha sido mi única familia, el que me ayudó cuando más lo necesitaba, mi confidente y el que más me conoce, no puedo dejar que muera-dice ella, saliendo rápidamente de la habitación, cerrándola de un portazo, dejando a Devid con la palabra en la boca.
Él a punto estuvo de decirle que la conocía mejor de lo que ella cree, pero se mordió la lengua aguantándose tales palabras, pues muy bien sabía que eso no la ayudaría a afrontar lo venidero, es más, hasta podría alejarla de él.

Íriel no podía estarse quieta, paseaba por los jardines intranquila, ¿Qué iba a hacer?
Pero lo tenía muy claro, nadie más sabía lo que el maldito bastardo le dijo antes de maldecir a su querido hermano Brian. Se repiten cada dos por tres las palabras en su mente, el recuerdo de aquel fatídico día…

“Llevaban paseando cierto tiempo, comentando de todo y de nada, de cosas triviales. Él a menudo sacaba el tema de Serene, la mejor amiga de Iriel, quien consideraba a Serene como su hermana. Serene es huérfana, Iriel la encontró un día en un bello prado, toda cubierta de arañazos y moretones. Ella le preguntó qué le había pasado, pero Serene no se acordaba, solo se acordaba de su nombre. Iriel la acogió, por aquél entonces ambas tenían 12años, y hasta la fecha, han sido inseparables. De eso hace 8 años. Descubrieron que para sobrevivir, Serene necesitaba periódicamente sangre, por lo que parte de vampiro tenía, pero también olía a algo más, un híbrido nunca visto. Iriel es una de las pocas que conoce su otra parte híbrida. Serene puede transformarse en una bella pantera.

-Caín, ¿Qué te ocurre con Serene? ¿Por qué no dejas de preguntarme por ella? Si ni siquiera yo te conocía, ¿Qué sabes de ella? -le espetó Íriel harta de su comportamiento infantil.

-No soporto su relación con tu hermano Brian, no puede ser-le contestó él hecho una furia.
Finalmente Íriel quedó paralizada por un pesado aroma dulzón mezclado con agridulce que captó de Caín. No, no, no puede ser, se reprendía ella mentalmente, vampiro. Soy estúpida ¡cómo no me di cuenta antes!

-Sí querida, soy un vampiro y no uno normal. No permitiré que Serene sea feliz-le dijo Caín con voz cruel- entrégate tú a cambio, o Brian, si, tu querido hermanito, sufrirá las consecuencias.

Y de repente desapareció tal y como apareció antes de ese encuentro que cambió sus vidas”

Resulta que Íriel se había encontrado con él tras un choque que, ahora ella está segura de que no fue casual. De ahí, él se presentó formalmente y le pidió dar un paseo.
Y lo que ocurrió posteriormente, ya lo sabéis.

Brian hasta la actualidad ha enfermado notoriamente. Primero, para espanto de todos, quedó cegado, sin su capacidad de visión, está completamente indefenso, bueno, no del todo, pues sus poderes licántropos algo le ayudarían, pero sin su sentido más esencial, está cual tigre en una jaula, expuesto a los demás, pero incapaz de defenderse totalmente solo. Por eso Iriel contrató a guardias que vigilan la entrada de su habitación. Donde Serene cuida de él. Después de un tiempo empezó con la tos sangrienta.

E Íriel ya no aguanta con la culpa. Les contó lo del encuentro con el tipo llamado Caín y todos estuvieron de acuerdo de que ese hombre, era uno de los pocos vampiros brujos, una estirpe legendaria, una variedad casi extinguida de vampiros.

Íriel no podía dejar de rondar cerca de la puerta de la alcoba de Brian, notoriamente nerviosa. Decidida entró, encontrando a un más que débil Brian y algo que la destrozó aún más, Serene llorando a lágrima viva. Serene salió corriendo hacia ella en cuanto entró, atrapándola en un fuerte abrazo, donde comenzó a sollozar e hipar.
Íriel consiguió, al cabo de un rato, consolar un poco a Serene, prometiéndole que evitaría la muerte de Brian, fuera como fuese.

Salió de la habitación rápidamente, algo que estaba tomando como costumbre y fue hacia su propia alcoba, se cambió la ropa por ropa de combate y preparó su “equipaje”. Metió alimentos, agua y algo de ropa. Cogió su espada, junto con sus retráctiles, un arma con la que había congeniado desde pequeña y manejaba de maravilla, y salió, sin ser vista, de la casa común. Apunto estuvo de ser vista por un Devid muy alterado, pero finalmente no la vio.

Inhaló y exhaló, intentando relajarse, algo un poco imposible, pero para poder lograr utilizar sus poderes, debía relajarse un poco.
Finalmente, se concentró y utilizó un poder que descubrió que poseía hace poco, ni siquiera Serene lo sabía. Puede localizar la esencia del alma de cualquier persona, esté donde esté. Y obviamente localizó a Caín. Al Noroeste, unos 12 km a pie. Demasiado cerca de ellos, no le gustaba nada.
Tardaría su buen rato a pie, pero estaba entrenada y preparada para ello.

Un día después, se encontraba a cien metros de la guarida del bastardo de Caín, pero no opondría demasiada resistencia, se entregaba voluntariamente para evitar el sufrimiento de Serene y Brian, el bueno de su hermano.

Metió sus retráctiles en sus botas, donde esperaba que no buscaran, algo un tanto improbable, pero utilizaría algo de coacción para evitar que miraran allí.
Su espada, bueno, esconderla encima era otra cosa, decidió enterrarla, no permitiría que utilizaran su propia arma. Tras envolverla cuidadosamente en un paño, la enterró al pie de un árbol, al que rompió una rama para identificarlo en caso de necesitarla.

Y no podía retrasarlo más, se adentró en la guarida del enemigo.
La escoltaron hasta Caín, quien estaba rodeado de unas cuantas mujeres.

-Qué sorpresa tu visita Íriel -ronroneó Caín- no estaba seguro de si encontrarías mi humilde guarida- comentó apartándose un mechón de su largo pelo rubio platino.

-Aquí estoy, deja en paz a mi hermano-le espetó directamente Íriel.

-De acuerdo tigresa, ya está hecho-dijo él levantándose y acercándose demasiado a ella.

-¿Qué haces?- preguntó ella asustada, cuando la mano de él se posó en la parte baja de su espalda, pegándole a él, sintiendo su excitación.

-Mm pronto descubrirás Íriel -le dijo a ella- abandonad la habitación- ordenó al público que tenían ambos, las chicas se fueron con una mueca de odio en su rostro a Iriel, todas menos una, que intentó imitar las expresiones de las demás, pero sus ojos no engañaron a Íriel, ella sentía pena por Íriel.

-Te haré algo que no conseguí hacerle a Serene hace tiempo, sí querida, yo hice que Serene olvidara todo, aunque ella fuese tan joven, era realmente bella-en ese punto, Íriel notó ganas de vomitar- se resistió mucho, por lo que me harté y una buena paliza le di. Maté a sus padres y a ella la abandoné a su suerte en aquél prado. Para su suerte, tú la encontraste antes de que decidiera volver a por ella y ahora te estoy cobrando lo que iba a hacerle a ella.

- ¿Te transformarás en tigresa para mí? –Dijo Caín con una mueca malvada- porque prefiero otras cosas, no opongas resistencia madame, si no, volveré a maldecir a Brian y tú no querrías eso, ¿Cierto? – Le susurró a Íriel al oído.
Y empezó a desnudarla.

Lo que ocurrió esa noche, es algo que nadie debería haber presenciado, oído o presentido. Como Caín abusó de Íriel, que se entregó por evitar la muerte de su hermano y la tristeza de Serene. Como sació su sed de sangre y carnal con Íriel, quien nunca había tenido relaciones sexuales con nadie. Y no es que Caín fuese delicado con su piel virgen, fue todo lo contrario.
Pero Íriel olvidó un cabo que dejó sin atar antes de partir a por Caín. Devid.


-No debería haberse ido, no, no- se dijo Devid, a unos cuantos kilómetros, presintiendo que algo malo estaba ocurriéndole a Íriel, su Íriel, él sabía esto, pues al igual que Íriel, tiene un poder que ha mantenido en secreto, él puede leer la mente de todos.

Partió en cuanto se enteró de que Íriel se había marchado, no sabía el motivo, pero lo sospechaba. Por eso se despidió de los demás, diciendo que iba a por Íriel y llevó consigo una partida de caballeros que él mismo reclutó.

Pero lo que él no sabía era que lo peor ya le había ocurrido durante aquella noche a Íriel.
Acamparon a un kilómetro de donde habían avistado la guarida de Caín. El cómo la habían encontrado, no tenían ni idea, pero fue Devid quien siguió una corazonada de dónde podía estar ella. Dicen que hay almas que están conectadas y tal y como pensaréis, las de Íriel y Devid están conectadas, el por qué, no lo saben ninguno de los dos.

Aquella noche escucharon los llantos de una mujer, Devid casi, si no lo hubieran detenido, hubiese ido a la guarida, él sabía que eran los llantos de Íriel y los gritos que los siguieron fueron casi insoportables. Pero debían esperar al día, la luz del astro Sol los debilita, tal y como la luz de la Luna los fortalecen.

En cuanto amaneció, todos partieron rápido, pero silenciosamente a la guarida, mataron los pocos híbridos de vampiro-humano, que custodiaban la entrada de la guarida y atacaron sin piedad.

Devid dejó el mando a un hombre de confianza y pidió a una chica que había allí dónde se encontraban los aposentos del maldito Caín, pues se apostaba el cuello que estaba también Íriel allí.

Cosa del destino, quizás. La chica era la misma que había sentido “tristeza” por la suerte de Íriel, si Devid le hubiera preguntado a alguna de las otras chicas que acompañaban a Caín aquella noche, seguramente lo hubieran mandado a una trampa, pero aquella chica, Tania, le mandó directamente a la alcoba de Caín.

Entró y la imagen que encontró le impactó muchísimo. Caín sobre Íriel, que estaba en el suelo llorando desconsolada, pero eso si, sin hacer un ruido, cubierta de marcas de mordeduras de vampiro y moretones, estaba siendo mordida nuevamente por Caín.

Pero Caín sintió la presencia de Devid y le encaró, sacando de no se donde, una gran espada.
Brian, sabiendo que en su forma humana no podría hacer nada contra él, cambió rápidamente a su forma lobuna y se lanzó hacia él.

Íriel por su parte sintió un gran alivio dejar de sentir cómo su vida escapaba de ella al absorber Caín su sangre. Abrió los ojos y se conmocionó al ver un gran lobo delante de ella, un lobo terriblemente familiar.

-Devid-musitó ella volviendo a llorar, esta vez de pura alegría. No perdió el tiempo y se transformó en tigresa, su naturaleza una vez suelta, se abalanzó salvajemente sobre Caín, entre los dos, acorralaron a Caín, pero este de un manotazo apartó ferozmente a Íriel que estaba muy débil, tan débil que sin proponérselo volvió a su forma humana, mala señal. Devid preocupado se colocó delante de ella, defendiéndola de él.

Íriel se escabulló como pudo de la pelea y fue a por sus bocas, sacó sus retráctiles sigilosamente y las desplego, pero impactada quedó al ver a Caín clavarle los colmillos en el cuello a Devid. Rápidamente actuó.

-Bastardo-gritó a la vez que degollaba a Caín con ambas retráctiles. Ni esperó a que se desintegrara, acudió a Devid, en su forma humana, que no dejaba de sangrar por su muy grave herida. Con lágrimas derramándose observó como la vida iba abandonando su cuerpo.
-¿Por qué viniste? No mueras por favor-se abrazó a él.

-No podía dejarte aquí, te quiero-dijo él en un susurro.

-Yo te amo, por favor no me dejes sola-dijo ella llorando desconsoladamente. En un impulso, sin saber cómo, supo que quería hacer Devid y llorando aún más, se acercó a besarle suavemente, él le correspondió el beso ardientemente, empleando sus últimas fuerzas.

¿Sabéis cuando una parte de ti mismo muere? No, por supuesto que no, nunca sabrás cuánto sufrió Íriel por su muerte.
Aquel beso permanecería en su memoria para siempre, de eso no le cabía duda, pero se lamentaba el darse cuenta tan sumamente tarde de cuánto amaba a Devid y cuánto sufriría su pérdida.

Meses después una agradable noticia por fin llegó a su vida, su mejor amiga, estaba embarazada.

Una vida nueva llegaba.
Y una vida injustamente terminó.

5 comentarios:

  1. Oh!, k final tan triste!. Pobre Devid! y pobre Irel!. Buena historia,sin dudas. T deseo suerte pa el concurso!, Saludos!!!

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  2. ^o^ dioooooos que triste!!!
    me encanta el final!! es precioso, te dan ganas de llorar =(
    Me encanta, en serio =D es muuuy bueno
    Bsoos y suerte ;)

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  3. no me gusto el final solo porque era triste y me dieron ganas de llorar :( siento haber tardado tanto en ponerme al dia, es que tengo demaciadas pruebas y muy poco tiempo, pero en cuanto me sabraba algo me ponia a leer.
    Espero el otro capi :D
    Beeesos!

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  4. ¿Cómo me dejaste ese final tan triste? Yo les quería felices para siempre. Mierda.

    Por lo demás una buena historia, con amor, maldad, penas,...

    Mucha suerte en el concurso y estoy segura que a Lighling le encantó el detalle que tuviste al poner su nombre.

    Besos y feliz fin de semana.

    ~Ade~

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  5. O____O Me has dejado toda asi.
    Que final T_______T

    ME ENCANTO. EL RELATO.
    si compensa el echo de no ver a mi GABRIEL
    XDDD
    saluditooss.
    Y ya sabes. Aqui ME pasare cada vez que tenga tiempo xDD

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