lunes, 30 de mayo de 2011

Capítulo 27

Por el camino veo a Arturo y Gabriel hablando seriamente pero tengo que hacer algo más importante que evitar una discusión. Descubrir al culpable.

Entro sin avisar a la tienda de Brian y evito mostrar emoción alguna en mi rostro.
Pongo los ojos en blanco y carraspeo un poco para llamar la atención de la parejita amorosa. Cuando despegan sus labios de ese beso, Marina me mira con la boca ligeramente abierta y ruborizada, mientras que Brian, bueno, me lanza una mirada con la que si la expresión “si las miradas matasen” yo estaría agonizando en el suelo.

Pero no es eso lo que me molesta, es más, me da igual que estén juntos. Lo que me molesta es que él no viniera a informarme sobre el ataque directamente.
No, pero mirad cómo sí tenía tiempo para besuquearse con marina.

-¿Qué? –replica Brian mirándome con una ceja alzada.

-Ni lo preguntes –le advierto -¿Por qué no me informaste sobre el ataque a mi padre? ¡Quizás podríamos haber atrapado al culpable!

-Y fui, pero estabas ocupada con Arturo- contesta él, pero la vergüenza no me llega, no con el cabreo que tengo encima.

-Aún así, ¡haber entrado! ¿Qué es más importante, mi padre o tu despecho?- le grito y salgo hecha un huracán de la tienda, para intentar tranquilizarme o Dios sabe qué le haría a ese.

-Idiota-murmuro mientras decido irme de allí. Pensativa choco sin darme cuenta con alguien.

-Lo siento –mascullo separándome y pasando por su lado.

-Espera Kya –dice Gabriel cogiéndome del brazo, haciendo que me de la vuelta- ¿Qué te dijo Brian?

-Nada, no me dijo nada –murmuro y me escabullo de su agarre.

Ando sin rumbo por el campamento, recorriéndomelo casi al completo, hasta que acabo en la puerta Norte. En la que los guardias me dejan salir tras una orden.

Claro que no salgo desarmada. Y menos en estos tiempos que hay.
Me siento en el suelo, apoyada en el tronco de un árbol en una zona poco iluminada, de altos árboles. Y me dedico únicamente a sentir el aire de mi alrededor y relajarme. Liberando el estrés que llevo acumulado.

El ruido de hojas me pone en alerta de inmediato.
Lentamente levanto mi mirada y la clavo en la rama que hay justo encima de mí mientras que con sigilo llevo mis manos hasta que rozo las retráctiles que están en mis botas.
Suelto el aire que había retenido. Es un fénix, suelen ser pacíficos. De un salgo me encaramo a la rama en la que está.
El fénix me observa, esperando. Es muy bello. Sus plumas tiene destellos rojizos, posee una larga cola. Intento acercarme a él, pero la rama está seca y puede que caiga, así que extiendo mi mano hacia él. El fénix la mira con curiosidad y poco a poco se acerca a mí. Después despliega sus alas y vuela hacia mí. Por un momento pienso que va a atacarme, pero únicamente se posa con suavidad en mi mano.
Una sonrisa se forma en mi rostro. Al tenerlo en mis manos, veo que es más grande de lo que parecía. La envergadura de sus alas puede medir perfectamente un metro y medio, con lo que podéis imaginaros lo imponente que es.
Acerco mi otra mano hacia él y toco sus suaves plumas, con tacto de algodón.
Tienen una temperatura caliente, gracias a la magia del fuego que posee. Poco a poco noto cómo él también se relaja en mi mano. Hace un pequeño sonido que casi podría decirse que es como un ronroneo. Libero mi otra mano colocándole en mi regazo.

Y así nos encuentra Gabriel.
-Vaya, un fénix –exclama acercándose a mí. Sube a la rama, el fénix dirige su mirada hacia él, atento y tenso.

-Tranquilo, es un amigo –lo tranquilizo acariciándole con los nudillos las plumas del cuello, él se relaja levemente.

-Bueno, por lo visto tienes un nuevo acompañante y protector en esta batalla- murmura Gabriel mirándolo con curiosidad.

-Eso parece, según dicen los fénix son muy fieles –digo suspirando. Genial, otra vida que se arriesgará por mí.

-¿Qué nombre le pondrás?

-Raiku- murmuro, cuando pensaba en un nombre para él, este me vino a la mente.
Raiku gruñe feliz. Creo que le gusta el nombre y me es extraño el cómo puedo desvelar lo que siente.

-Raiku –repite él –sí, le viene bien. Y ahora, ¿Me puedes contar qué ha pasado con Brian?

-Fui a su tienda y –hago una pequeña pausa – lo encontré comiéndole la boca a Marina.

-¿Con Marina? –exclama él soltando un silbido –pues sí que trabaja rápido.

Suelto un pequeño y silencioso suspiro, casi imperceptible –sí –añado por no dejar que el silencio se estableciera, me entretengo acariciando a Raiku, que está bastante soñoliento.
Me bajo de la rama intentando no espantarlo –me voy ya para el campamento, ¿vienes?

-Ahora después voy –comenta él todavía desde el árbol.

-Vale, luego nos vemos –me despido encaminándome hacia el campamento.
Raiku se espabila un poco y emprende un divertido vuelo alrededor mía, jugando a que le atrape. Alargo mi mano e intento agarrarle, pero se escurre entre mis dedos. A la cuarta o quinta vez lo atrapo y él suelta un pequeño grito de sorpresa y se acomoda en mi mano a descansar.

Con él en la mano entro al campamento, el guardia me mira sorprendido pero me deja pasar.

Llego a la tienda en la que según me han informado está mi padre.
Me siento en el suelo, intentando hacer el mínimo ruido posible, aunque al sentarme, arrastro un poco de las piedras, pero él no se despierta. Raiku se remueve un poco en mi mano y decide saltar para estar en el suelo.

-No lo despiertes –susurro haciendo que se acerque a mí y no a mi padre.
Apoyo la espalda en uno de los postes que sujetan la tienda. Raiku encoje las patas a mi lado.

Mis ojos se van cerrando conforme el anochecer llega, hoy ha sido un día extraño y largo.

Desperté con el amanecer, pensando que quizás todo lo de ayer fue un sueño, pero al ver a Raiku aún durmiendo a mi lado y a mi padre todavía en la cama, me dice que fue real.

Cuando me fijo más, veo que mi padre está despierto. Me levando, esta vez procurando no despertar a mi fénix, y me siento más cerca de él.

-¿Cómo estás? –susurro cogiéndole de la mano.

-Mejor que ayer –intenta bromear él. Luego se pone serio y me dice –Kya, ayer vi a quien me hizo este golpe a traición.

Me pongo rígida y le pregunto -¿Quién?

7 comentarios:

  1. ooooooooooo! brian es una fácil XD, o como dice kya un despechado XD, bueno como sea el ataque fue a traición! no, no, no, que castiguen al traidor! XD
    Bueno, leí antes de irme a la universidad, espero poder volver pronto y dejar cap en hibrido y si no, estara para mñn =)

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  2. ¿Quién ha sido? ¿Quién ha sido? XDD ¿No habrá sido Brian, no? T.T. En serio, a mí ese chico sigue sin darme muy buena espina. En cuanto a lo suyo con Marina, ¿ya se conocerían de antes? Lo del fénix me ha gustado, así Kya tiene una mascota :) En fin, me ha encantado, un capítulo muy chulo :)

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  3. OHH!!!! Que fuerte!! ¿Quien será el que le dio el golpe al padre? Yo creo que fue Brian...
    Un capítulo genial!!^^
    Besoss!!

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  4. dioooooos quien sera el cabron!!!!
    ayyyy me encanta el fenix, es super ricoooo
    Brian es muuuuy tonto... como se puede liar con Marina es que es pa darle!!! :@
    Bsoos

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  5. Hola Patrii!
    Me dejaste con la intriga de que va a pasar en el proximo cap jeje xD
    Tienes un premio en mi blog :
    http://susurros-de-la-noche.blogspot.com/2011/05/premios.html
    Besitos ^^

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  6. Estoy segura de que ha sido Brian o Marina!
    Curiosamente, creo que ha sido una chica...
    Ya veremos.
    El fénix me gustó mucho, Raiku (L)
    Un beso!

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  7. YO creo k ha sido marina o Brian, manipulado por ella ¬¬

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